A todas nos gusta lucir bronceado durante el verano pero aún más cuando volvemos de las vacaciones y para ello debemos realizar una serie de hábitos, casi mandamientos, para que nuestro moreno dure lo máximo posible. Hoy, vamos a daros 7 consejos para que podáis lograrlo!!
Durante las vacaciones tienes que respetar dos reglas de oro:
Protegerte: para ello utiliza una crema que se adapte a tu fototipo. Las teces claras deben utilizar un índice de protección alto y las pieles oscuras, protegidas de manera natural, tendrán suficiente con una protección más baja.
Hidratar la piel: tras una jornada al sol, utiliza una crema hidratante enriquecida con vitamina E por su acción antirradicales libres que calma la piel y la nutre.Una hidratación regular del rostro y del cuerpo evitará que te peles y conservará la luminosidad del bronceado... Y bebe agua!!
Tratamientos hidratantes
No porque las vacaciones y los largos días de playa hayan terminado tenemos que dejar de aplicarnos crema. Si nutrimos la piel, conservaremos la flexibilidad de ésta, ya que después de las vacaciones lo necesita más que nunca. El mar, el sol y el viento acentúan la deshidratación que, si no hacemos nada, se traduce en un aumento de células muertas. El resultado: nos pelamos y perdemos todo el color. Elige una crema rica en antioxidantes, vitamina E y C para la cara, que luchan contra los radicales libres, responsables del envejecimiento de la piel y las arrugas: mañana y noche en el rostro y al menos una vez al día, tras la ducha, en el cuerpo.
Cápsulas bronceadoras
Si has empezado a tomarlas antes y durante la exposición, continúa con la cura. Estas cápsulas suelen estar compuestas de betacaroteno, que estimula la producción de melanina y de antioxidantes, que luchan contra los radicales libres. Un zumo rico en antioxidantes y una ensalada de tomates también ayudará!!
Tratamientos prolongadores
La cosmetología no cesa de mejorar y nos ofrece desde hace algunos años productos especialmente concebidos para prolongar el bronceado. Todas las grandes marcas que proponen productos solares las han incluido en sus gamas. En ese caso, ¿por qué privarnos? Se utilizan tanto para la cara como para el cuerpo. Son ricas en activos hidratantes y pueden sustituir fácilmente a la crema corporal, una vez al día por la mañana después de la ducha.
Exfoliación
Al contrario de lo que muchas piensan, la exfoliación no elimina el bronceado. Nos permite eliminar las células muertas, que no sirven para nada excepto para ensuciar la tez y para que la piel quede áspera como la de un cocodrilo. La exfoliación tanto facial como corporal debe ser suave. Evita el guante de crin demasiado abrasivo y elige un producto no agresivo.Procede a exfoliarte dos días después de regresar de vacaciones y, después, cada 8 o 10 días.
La exposición solar
Aprovecha el mínimo rayo de sol para mantener ese tono acaramelado. Aunque las vacaciones hayan terminado, el sol no deja de brillar. Al medio día vete a una terraza o unos jardines públicos y, el fin de semana, si tienes la oportunidad de ir al campo o a la playa aprovecha. Si no, vete a una piscina pública o a la orilla de un río.
El maquillaje
Para unificar la tez y difuminar la marca de las gafas, si es necesario, utiliza unos polvos compactos de un tono ligeramente más claro que el de tu piel. Mientras estés morena, olvídate de las bases de maquillaje que apagan la tez. Para conseguir una luminosidad máxima aplícate un poco de colorete con una brocha en las zonas estratégicas: pómulos, nariz, parte alta de la frente y mentón, cada mañana, en cuanto vuelvas de vacaciones.
Autobronceadores
Los autobronceadores se han ido perfeccionando desde que aparecieran en el mercado hace unos diez años. Son fáciles de utilizar y garantizan un bronceado uniforme, natural y luminoso. Una semana más tarde de regresar de vacaciones aplícate un autobronceador por primera vez y después entre una y dos veces por semana.
Si sigues nuestros consejos conseguirás mantener un bronceado irresistible hasta los primeros días de otoño.
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